miércoles, 15 de marzo de 2023

T. VOLUNTARI@S: literatura creativa


Literatura creativa:"Toribio", por Rosario Sánchez-Camacho Negrete 




"Toribio Ciennagoso Caprichile, esperaba impaciente en la sala de recepción del Centro Interlocual Planif Family.
Sentado en uno de los modernos sillones que poblaban la estancia, observaba el ir y venir de la extraña gente que en el edificio desempeñaban el cometido para lo que habían sido reclutados. Sus dedos sarmentosos tamborileaban frenéticamente el portafolio de charol marrón que sobre sus rodillas reposaba. Sus nervios afloraban a través de sus poros como manantiales en cordilleras retorcidas. Sus ojos marrones que habitaban en sus órbitas, unas veces dormitaban y otras se le dilataban al comprobar cómo las incansables manecillas del reloj, no frenaban su lenta andadura.
A ratos su mirada se entretenía entre los muslos que la secretaria exponía tras el escaparate de la mesa. Piernas, que a primera hora de la mañana había perseguido a cada cruzamiento, y ahora, tras la larga espera les resultaban tan familiares que apenas reparaba en ellas.
Se había levantado media docena de veces para pasear por el amplio recinto hasta la puerta de entrada y regresar sobre sus propios pasos, en cada ida y venida se paraba inquisitivo y amablemente preguntaba a la joven de la mini-falda.
 ¿Ha llegado ya, el señor Facundo?
 Le he reiterado hasta la saciedad que el señor Facundo murió hace más de dos meses.
 Me conozco las triquiñuelas que emplea el Facundo para escaquearse de sus compromisos.
 Le vuelvo a decir que D. Facundo ya no está entre nosotros. Lo puede recibir el señor Diógenes que es quién ocupa su puesto en estos momentos.
 ¡¡Ande, Ande!! ¿Sabe usted desde cuando conozco al Facundo? De cuando hicimos la mili. ¡Ya era tarambana! En la de líos que nos metía el jodido Facundo. ¿Sabe usted lo que es un tarambana? ¿Cómo se llama usted?
 ¡Kati! Claro que sé lo que es un tarambana y perdone que le contradiga, pero el señor Facundo no se parece en nada a la persona que está usted describiendo. Era una persona seria, formal y muy respetuosa, lo que se dice un caballero.
 ¡Si, si ya lo sé! ¡No tiene labia el jodio Facundo! ¿Dígame la verdad? ha intentado ligar con usted, porque al Facundo no se le escapan ni con alas. Le gustan más las mujeres que a un tonto un lapicero.
 Eso es una grosería que no le voy a consentir, ¡Pero usted que se ha creído!
 ¡Venga mujer! no se enfade, la de veces que habrán intentado ligar con usted, porque usted es muy guapa. Se lo digo yo que soy un hombre de mundo y conozco como se las gasta su jefe. Más de dos veces le habrá pellizcado el culo.
 ¡Si sigue usted por ese camino tendré que llamar a seguridad para que lo echen a la calle! Replicó Kati, mientras pulsaba el botón de seguridad.
 Le pido mil disculpas si mis palabra la ofenden, solo trataba de hacer justicia de su hermosura, de su cuerpo, de su cara. ¡Fidias! el más famoso escultor del mundo clásico, la habría escogido de entre todas las mujeres, para esculpir a la diosa Atenea y a todas las
diosas del Olimpo.
No tardaron en hacer acto de presencia por la puerta de entrada dos caballeros que sin titubear se dirigían a recepción.
Toribio en cuanto se percibió exclamó.
 ¡Comandante Barbero!, qué placer saludarle. El más grande e ilustre de todos los funcionarios del cuerpo de seguridad del estado.
 Ahórrate los cumplidos Rosario. Ya sabes que no soy comandante. Anda acompaña a Benítez al coche sin rechistar. ¿La ha molestado o se ha sobrepasado con usted señorita? Soy el inspector Barbero y mi ayudante Benítez.
 ¡No! es amable y simpático, un poco pesado si lo es ¿Lo conocen ustedes?
 Sí, es un pobre diablo que tiene la fantasía de ser inventor. De cuando en cuando se presenta en alguna empresa con la intención de que adquieran sus invenciones, que solo el comercializa a través de su empresa; “Pupitres y Marquesinas S.A."
 Sí, tengo aquí su tarjeta.
 El último invento que quería vender era una fórmula para hacer
magdalenas sin harina. Quiere usted creer que embaucó a varios empresarios y les sacó 150 mil €. Gracias a Dios pudimos recobrar la mayor parte del dinero.
 Pero ¿quién es este señor?
 Se llama Rosario, peón de labranza de un pueblo de la Mancha, aficionado a la lectura y una imaginación portentosa. Un día se dejó caer por Madrid y valiéndose de su locuacidad,
tima a quien se deja embaucar por sus dotes parlanchinas.
 Está recluido en un centro para mentes calenturientas. La precariedad de la residencia y la falta de espacio, facilita que estén mucho tiempo sin vigilancia.
 Qué pena, tendría que haber más centros de acogida para estas personas,
 Así es, pero desgraciadamente no los tenemos, gracias que en Madrid tenemos una ONG que se dedica a recaudar fondos para estos menesterosos. Nosotros cooperamos con ella y todos los años recaudamos un buen pellizco, algunas empresas también socorren con sus donativos que después desgravan en hacienda. ¿No sé si a su empresa le gustaría colaborar con nuestra ONG? Le estaríamos muy reconocidos por su altruismo.
 Espere un segundo, dijo Kati descolgando el teléfono, Señor Diógenes está aquí el inspector Barbero… Si… Ya está solucionado el inspector se hace cargo del asunto.
La conversación duró unos minutos más, en lo que la secretaria puso al corriente de lo que había estado hablando con el policía.
 Si, si, como usted ordene. Colgó el teléfono
espere un momento inspector- entro en el despacho del director y al segundo salía con un cheque en la mano que entrega al policía.
 De parte de nuestro director para su ONG, por su eficacia y discreción.
 Gracias en nombre de la ONG con la que colabora nuestro departamento. Cualquier problema que tengan no duden en llamarme que estaré al instante en el meollo del asunto.
 Buenos días.
En el coche con el motor en marcha esperaba Benítez y Rosario. El inspector Barbero entró y apremió.
 ¡Arranca, calle plomo 14, Banco Meridional!
Una hora más tarde y en Villanueva del Pardillo los supuestos policías y peón de labranza se comían una paella de marisco y se repartían los 20.000 € a la salud del: Centro Interlocual Planif Family.
El timo había salido redondo".


Rossirompe.


lunes, 13 de marzo de 2023

T. VOLUNTARI@S: Manos y Mente


Taller de manos y mente: collages



Los/as participantes del taller de manos y mente, han realizado este precioso trabajo: con una palabra, debían representar aquello que les transmitiera y explicarlo a los/as demás. ¡¡Realizaron unos murales estupendos!!


miércoles, 8 de marzo de 2023

8 MARZO: DÍA DE LA MUJER


DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER, 8 DE MARZO: La mujer en la filatelia



El pasado 16 de febrero, acudimos a una visita guiada al Museo Postal y Telegráfico de Aravaca. En este centro, tenían una exposición dedicada a las mujeres en la filatelia, donde también destacan el papel de artistas, telegrafistas y escritoras que han hecho historia. Aquí os dejamos una muestra de esta exposición.
También, en esta publicación, podéis leer un maravilloso poema dedicado a "todas las mujeres sin", escrito por la participante de literatura creativa, Juana Bermejo.

"Dedicado por y para mujeres"







   




 






   




   







   







  


miércoles, 1 de marzo de 2023

T. VOLUNTARI@S: literatura creativa



LITERATURA CREATIVA: "Mi clarinete", por Pilar Madrid


Los/as participantes del taller de literatura creativa de Luca de Tena, han recopilado sus escritos en un libro que les gustaría compartir con todos/as nosotros/as. Cada semana, se publicarán sus escritos en nuestro blog, para compartir reflexiones y entretenimiento. Esperamos que os guste.







"La mujer murió diciendo que ese no era su marido, mientras que el hombre simplemente dijo que ella si era su mujer.
No os lo podréis creer, pero no tuve la culpa de la muerte de esa mujer, simplemente ocurrió por los malos tratos recibidos por parte del marido. Os contaré bien los hechos para que vosotros juzguéis con el conocimiento de todo lo acaecido esa tarde.
Empezaré por lo más simple de la historia; mi casa tiene dos plantas con un jardín a la entrada de la calle y otro en la parte trasera que va a dar a un gran descampado. Aquí vivo con mis padres, mi hermano pequeño de siete años y una gatita siamesa de nombre Fémina se lo puso mi padre pues decía que era una gata muy femeninay naturalmente ya forma parte de la familia, de todos los eventos que se celebran en la casa.
Fémina recorre la casa libremente, se pasea por los jardines y de vez en cuando salta la tapia y se va al descampado y en alguna ocasión, cuando regresaba trae de la boca algún que otro ratoncillo vivo con el que juega, soltándolo, dejándole correr unos centímetros para volver a atraparlo, lo lanza para arriba y recoge con mucha habilidad; siempre pensé que los pobres ratones morían de estrés o de un ataque al corazón nunca porque la gatita realmente se los comiera; pero algún que otro ratón espabilado se escapaba y recorría la casa a toda prisa hasta que encontraba un escondrijo.
Eso fue lo que sucedió el día que estaba ensayando con el clarinete en mi habitación, os cuento que la mojigata de mi profesora que se quedaba embobada mirando al capellán del colegio cada vez que nos iba a visitar a clase, me obligó a tocar el clarinete, aunque yo prefería tocar el saxofón, pero dijo que era un instrumento para chicos, y empecé a ensayar con el clarinete que mis padres me compraron, hoy le doy las gracias a mi profesora de música, me encanta tocar este instrumento.
Pues en esas estaba cuando un ratón salto sobre el atril con mi partitura y como un resorte mis hombros se encorvaron y la nota Sol, que en ese momento salió de mi instrumento fue tan estridente y fuerte que el bicho saltó al suelo y para mi sorpresa cuando le di con el pie estaba muerto, pero muerto de verdad.
Cuando conté lo sucedido, mi hermano que tiene unos modales bastante chuscos, haciéndose el gracioso dijo: tienes un clarinete con una nota Sol, asesina.
Desde mi habitación que está en la parte alta de la casa y da al jardín de la calle veía y escuchaba las tremendas discusiones que mantenían el matrimonio de la casa de enfrente y una tarde el marido, yo creo que estaba un poco ebrio, pegó tal paliza a mi vecina que tuvo que intervenir la policía y el SAMUR. Yo contemplaba todo con estupor, me quedé espantada, pero en un momento que mi vecino miro para mi ventana abierta, yo sople en mi clarinete con tal fuerza la nota Sol que al oírla la cabeza de este hombre se deformó de tal manera que la mujer dijo al médico que la atendía que ese no era su marido.
Un mes más tarde vendieron la casa, y no volvimos a saber más de ellos.
Pasaron los años. Fui a la universidad y estudié la carrera de estadística, pero seguía practicando con mi clarinete que llevaba a todas partes; en los exámenes finales del último curso, uno de mis profesores de matemáticas me suspendió. Naturalmente reclamé el examen y este hombre me cito en su despacho, un cuchitril exiguo, con una mesa llena de papeles y una silla casi desvencijada, diría yo. Pensé que no quería que los alumnos se encontraran a gusto en ese espacio.
Le argumenté con hechos válidos como había desarrollado el examen y mirándolo detenidamente me dio la razón, pero señorita dijo: en la última operación de uno de los planteamientos matemáticos se ha equivocado y en lugar de poner un cinco usted ha puesto un seis. En estadística eso no se puede permitir pues un número mal colocado puede arruinar una empresa, y en el último curso de carrera eso no lo consiento en mi clase. Iba a protestar, pero mi profesor levantando la voz me dijo: si quiere ser estadista haga usted bien los cálculos de lo contrario dedíquese a tocar el clarinete. Sigue usted estando suspensa, casi me grito.
Me levante con rabia de aquella silla asquerosa y al llegar a la puerta saque mi clarinete y le toque la nota Sol tan fuerte como pude y durante el tiempo que mis pulmones aguantaron, mi profesor se levantó para decirme algo, pero salí y cerré la puerta con tanta violencia que no escuche nada de lo que dijo.
Dos días más tarde me enteré de que el profesor había fallecido de un infarto el mismo día que me cito para la revisión del examen. ¡Madre mía! me pregunté ¿será verdad que mi nota Sol del clarinete es asesina?
Hoy trabajo en un banco. No lo he vuelto a comprobar, pero mi clarinete va siempre conmigo. Se la tengo jurada a algunas personas. empezando por mi jefe que es un poco capullo, presumido y con malos modales tratando a los empleados; como algún día me toque las narices demasiado, le toco yo a él la nota Sol de mi clarinete y ya veremos.
Esa es una buena idea, voy a hacer una lista de todas las personas que se dedican a fastidiar al prójimo. Empezaré con algún que otro político que no cumplen con sus obligaciones, me acercaré discretamente y tocaré mi nota Sol, posiblemente funcione. En fin, va a empezar el verano y tengo buenos deseos para todo el mundo. Pero como me entere de las injusticias que se cometen, allí estaré yo para tocar la nota Sol en mi clarinete. Y a ver qué pasa.

Pilar Madrid Hernández, Enero de 2022





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