miércoles, 1 de marzo de 2023

T. VOLUNTARI@S: literatura creativa



LITERATURA CREATIVA: "Mi clarinete", por Pilar Madrid


Los/as participantes del taller de literatura creativa de Luca de Tena, han recopilado sus escritos en un libro que les gustaría compartir con todos/as nosotros/as. Cada semana, se publicarán sus escritos en nuestro blog, para compartir reflexiones y entretenimiento. Esperamos que os guste.







"La mujer murió diciendo que ese no era su marido, mientras que el hombre simplemente dijo que ella si era su mujer.
No os lo podréis creer, pero no tuve la culpa de la muerte de esa mujer, simplemente ocurrió por los malos tratos recibidos por parte del marido. Os contaré bien los hechos para que vosotros juzguéis con el conocimiento de todo lo acaecido esa tarde.
Empezaré por lo más simple de la historia; mi casa tiene dos plantas con un jardín a la entrada de la calle y otro en la parte trasera que va a dar a un gran descampado. Aquí vivo con mis padres, mi hermano pequeño de siete años y una gatita siamesa de nombre Fémina se lo puso mi padre pues decía que era una gata muy femeninay naturalmente ya forma parte de la familia, de todos los eventos que se celebran en la casa.
Fémina recorre la casa libremente, se pasea por los jardines y de vez en cuando salta la tapia y se va al descampado y en alguna ocasión, cuando regresaba trae de la boca algún que otro ratoncillo vivo con el que juega, soltándolo, dejándole correr unos centímetros para volver a atraparlo, lo lanza para arriba y recoge con mucha habilidad; siempre pensé que los pobres ratones morían de estrés o de un ataque al corazón nunca porque la gatita realmente se los comiera; pero algún que otro ratón espabilado se escapaba y recorría la casa a toda prisa hasta que encontraba un escondrijo.
Eso fue lo que sucedió el día que estaba ensayando con el clarinete en mi habitación, os cuento que la mojigata de mi profesora que se quedaba embobada mirando al capellán del colegio cada vez que nos iba a visitar a clase, me obligó a tocar el clarinete, aunque yo prefería tocar el saxofón, pero dijo que era un instrumento para chicos, y empecé a ensayar con el clarinete que mis padres me compraron, hoy le doy las gracias a mi profesora de música, me encanta tocar este instrumento.
Pues en esas estaba cuando un ratón salto sobre el atril con mi partitura y como un resorte mis hombros se encorvaron y la nota Sol, que en ese momento salió de mi instrumento fue tan estridente y fuerte que el bicho saltó al suelo y para mi sorpresa cuando le di con el pie estaba muerto, pero muerto de verdad.
Cuando conté lo sucedido, mi hermano que tiene unos modales bastante chuscos, haciéndose el gracioso dijo: tienes un clarinete con una nota Sol, asesina.
Desde mi habitación que está en la parte alta de la casa y da al jardín de la calle veía y escuchaba las tremendas discusiones que mantenían el matrimonio de la casa de enfrente y una tarde el marido, yo creo que estaba un poco ebrio, pegó tal paliza a mi vecina que tuvo que intervenir la policía y el SAMUR. Yo contemplaba todo con estupor, me quedé espantada, pero en un momento que mi vecino miro para mi ventana abierta, yo sople en mi clarinete con tal fuerza la nota Sol que al oírla la cabeza de este hombre se deformó de tal manera que la mujer dijo al médico que la atendía que ese no era su marido.
Un mes más tarde vendieron la casa, y no volvimos a saber más de ellos.
Pasaron los años. Fui a la universidad y estudié la carrera de estadística, pero seguía practicando con mi clarinete que llevaba a todas partes; en los exámenes finales del último curso, uno de mis profesores de matemáticas me suspendió. Naturalmente reclamé el examen y este hombre me cito en su despacho, un cuchitril exiguo, con una mesa llena de papeles y una silla casi desvencijada, diría yo. Pensé que no quería que los alumnos se encontraran a gusto en ese espacio.
Le argumenté con hechos válidos como había desarrollado el examen y mirándolo detenidamente me dio la razón, pero señorita dijo: en la última operación de uno de los planteamientos matemáticos se ha equivocado y en lugar de poner un cinco usted ha puesto un seis. En estadística eso no se puede permitir pues un número mal colocado puede arruinar una empresa, y en el último curso de carrera eso no lo consiento en mi clase. Iba a protestar, pero mi profesor levantando la voz me dijo: si quiere ser estadista haga usted bien los cálculos de lo contrario dedíquese a tocar el clarinete. Sigue usted estando suspensa, casi me grito.
Me levante con rabia de aquella silla asquerosa y al llegar a la puerta saque mi clarinete y le toque la nota Sol tan fuerte como pude y durante el tiempo que mis pulmones aguantaron, mi profesor se levantó para decirme algo, pero salí y cerré la puerta con tanta violencia que no escuche nada de lo que dijo.
Dos días más tarde me enteré de que el profesor había fallecido de un infarto el mismo día que me cito para la revisión del examen. ¡Madre mía! me pregunté ¿será verdad que mi nota Sol del clarinete es asesina?
Hoy trabajo en un banco. No lo he vuelto a comprobar, pero mi clarinete va siempre conmigo. Se la tengo jurada a algunas personas. empezando por mi jefe que es un poco capullo, presumido y con malos modales tratando a los empleados; como algún día me toque las narices demasiado, le toco yo a él la nota Sol de mi clarinete y ya veremos.
Esa es una buena idea, voy a hacer una lista de todas las personas que se dedican a fastidiar al prójimo. Empezaré con algún que otro político que no cumplen con sus obligaciones, me acercaré discretamente y tocaré mi nota Sol, posiblemente funcione. En fin, va a empezar el verano y tengo buenos deseos para todo el mundo. Pero como me entere de las injusticias que se cometen, allí estaré yo para tocar la nota Sol en mi clarinete. Y a ver qué pasa.

Pilar Madrid Hernández, Enero de 2022





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