T. VOLUNTARI@S: literatura creativa

LITERATURA CREATIVA: "La tía", por Mª Luisa Simón Urquiza

Los/as participantes del taller de literatura creativa de Luca de Tena, han recopilado sus escritos en un libro que les gustaría compartir con todos/as nosotros/as. Cada semana, se publicarán sus escritos en nuestro blog, para compartir reflexiones y entretenimiento. Esperamos que os guste.

"La tía Anselma era alta y delgada, con grandes ojos verdes, llevaba siempre un misal en su maleta, no tenía miedo al trabajo, ni a casi nada. Estaba empleada de cocinera en casa de una familia italiana en el barrio de Argüelles, y en poco tiempo consiguió cocinar toda clase de pastas en todas sus variantes, era sesuda con todo lo que se proponía. Los señores estaban encantados con ella y los niños la adoraban.

Los años pasaban, y un día al bajar los cubos de la basura al camión donde coincidía con las otras criadas del edificio, les dijo: "vendo mi ajuar".

Había sido una decisión difícil de tomar, con gran esfuerzo había comprado metros y metros de la mejor tela, Viuda de Tolrá, bordadas por ella misma y con los encajes que su abuela le había hecho, pero con veinticinco años, ya era poco probable casarse. Pronto aparecieron compradoras disputándoselo.

Ya libre de ese proyecto, siguió su vida trabajando en lo que le iba saliendo con mejor sueldo. Le ofrecieron ser camarera del mejor hotel de Madrid, el Hotel Florida en la plaza de Callao. Nunca imaginó conocer a tantos artistas, escritores, políticos,…, y vivir el glamour de esa sociedad, aunque fuera al otro lado de la barra oyendo milongas y cosas divertidas.

Todos los días, al echar el cierre los comercios cercanos al hotel aparecían en el bar los clientes asiduos a tomarse una copa.

Antonio era uno de ellos, estaba viudo, regentaba una tienda de ropa, era bastante mayor que ella, y nada roñoso, al contrario, le llenaba de regalos y atenciones hasta que la conquistó. Al año siguiente estaban casados.

Al volver del viaje de novios él no quería que ella volviera a trabajar, en cierto modo era lo habitual de la época, pero Anselma le dijo un "no" tajante, ella seguiría mientras no tuviera hijos.

No duró mucho la felicidad, cinco años después él murió. Habían viajado y disfrutado de una buena vida. Ella seguía joven y guapa, ya sin el cartel de "solterona" que ninguna mujer deseaba tener".

Mª Luisa Simón, 2/11/2021