RECOMENDACIÓN LITERARIA: "La república del abandono".
Mucho se ha escrito y debatido, sobre la internacionalización de la Guerra Civil española y del apoyo a uno u otro bando de la Alemania de Hitler, la Italia de Mussolini o la Unión Soviética de Stalin. Pero existía un vacío en conocer con más detalle cuál había sido el precedente inmediato en los meses previos al conflicto.
En este libro se analizan esas relaciones internacionales de los Gobierno de la coalición Frente Popular, salidos de las elecciones generales de febrero de 1936, hasta el momento de la sublevación del 18 de julio. El material que utiliza son los archivos del antiguo Ministerio de Estado (hoy Ministerio de Asuntos Exteriores) y, más concretamente la correspondencia y telegramas cruzados entre las distintas embajadas de España en los países que después tuvieron protagonismo en el conflicto y el propio Ministerio. También ha llevado a cabo, en detalle, un vaciado de las crónicas internacionales de los periódicos ABC, Política y Claridad, entre otros títulos de la prensa de la época.
El autor es Pablo Martínez Segura, historiador y periodista jubilado, que ha dedicado su vida profesional a la información especializada en sanidad, pero que ahora, según manifiesta, "está tratando de recuperar las satisfacciones que puede proporcionar la historia, aunque sea modestamente, en el ejercicio de la docencia e investigación". Destaca como inspiradora de LA REPÚBLICA EN ABANDONO, a su madre Fernanda Segura, que fue farmacéutica en el Hospital de Sangre que se instaló en el Hotel Palace de Madrid, desde el inicio de la Guerra Civil. Allí, además de su trabajo fabricando medicamentos elementales para curas, asistió a un tremendo trasiego de personas de todo tipo y nacionalidades.
La joven farmacéutica se preguntaba por qué nadie en el panorama internacional apoyaba a la República española, cuando la Sociedad de Naciones tenía el compromiso de hacerlo. Pablo hizo suyas las preguntas de su madre y en este libro comparte las respuestas que ha sido capaz de encontrar, con el apoyo y dirección de la Profesora María del Carmen García-Nieto.
La conclusión a la que llega es que España era el único país del mundo que
había ligado su política exterior a las resoluciones de la Sociedad de
Naciones, por haber incorporado de manera expresa esa dependencia en su
Constitución de 1931. El grave problema es que esta organización internacional
hacía aguas al no haber sido capaz de resolver las agresiones de Japón a
Manchuria, Italia a Etiopía y Alemania al Tratado de Versalles con el que había
concluido la Primera Guerra Mundial. La dependencia que desde el siglo XIX
tenía España en aspectos económicos y políticos de Francia y el Reino Unido, dificultaba,
por otra parte, la posición española cuando no había coincidencia entre
los intereses de ambos. Igualmente, el autor observa la práctica continuidad
del cuerpo diplomático heredado de la monarquía de Alfonso XIII y la posición
contradictoria de Salvador de Madariaga, posiblemente el hombre más capaz en
las relaciones internacionales de aquel momento. De la documentación manejada,
se puede descartar una acción premeditada previa con respecto a lo que
después se convertiría en Guerra Civil española por parte de la Alemania
nazi o de la Unión Sociética comunista: y, una ingerencia en forma de apoyo a
los conspiradores, de la Italiza fascista y el Portugal en manos del dictador
Salazar.
Tras el 18 de julio, la Sociedad de Naciones continuó su discurrir
inoperante que desembocaría en 1939 en la IIª Guerra Mundial, pero en ese
tránsito la República española quedó en el más absoluto de los abandonos.
Fuente:https://www.casadellibro.com/ebook-la-republica-en-abandono-ebook/9788418527180/12163882
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